Especialistas INAH investigarán la zona arqueológica La Pedrera
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Delia Reyes
San Matías Tlalancaleca.- Desde hace 2 semanas y por un lapso de 2 años arqueólogos del INAH estudiarán la zona arqueológica “La Pedrera”, ubicada en este municipio, así lo refirió el edil Germán Castillo Durán, al indicar que de estos investigadores uno procede de Japón y otra es mexicana, ellos realizarán un proyecto relacionado a la cultura antigua mesoamericana que se desarrolló y que posteriormente emigró a otras entidades.
Cabe resaltar que La Pedrera es un sitio de 3 kilómetros de extensión que desde su descubrimiento no ha sido rescatado, localizado en tierras ejidales de San Matías Tlalancaleca, se le considera entre los más importantes en el panorama de la historia antigua mesoamericana y se puede accesar únicamente por brechas al lado poniente de la población.
Castillo Durán especificó que con esto se tendrá una información certera y así se podrá dar mayor difusión a dicha zona y en próximas temporadas se tenga una mayor afluencia de visitantes, ya que hasta el momento en materia turística, en el municipio ya se tiene un registro de visitantes, nacionales y extranjeros en el museo comunitario, que resguarda los tesoros patrimoniales de la historia del pueblo, que cuenta con piezas como la tina de piedra, donde se bañaban los emperadores, el huehueteo, el cual es un Dios que es el más grande en Mesoamérica, así como la cabeza de jaguar.
Y aunque son pocos los estudios en La Pedrera, estos revelan que es uno de los más importantes en el panorama de la historia antigua mesoamericana, esto por los hallazgos de algunas piezas y monumentos líticos, que acusan rasgos tempranos de deidades y símbolos calendáricos agrícolas afines en las culturas mesoamericanas, fechadas por el arqueólogo García Cook hasta en 1100 AC, fecha que precede al periodo clásico en Teotihuacan.
Cabe resaltar que La Pedrera es un sitio de 3 kilómetros de extensión que desde su descubrimiento no ha sido rescatado, localizado en tierras ejidales de San Matías Tlalancaleca, se le considera entre los más importantes en el panorama de la historia antigua mesoamericana y se puede accesar únicamente por brechas al lado poniente de la población.
Castillo Durán especificó que con esto se tendrá una información certera y así se podrá dar mayor difusión a dicha zona y en próximas temporadas se tenga una mayor afluencia de visitantes, ya que hasta el momento en materia turística, en el municipio ya se tiene un registro de visitantes, nacionales y extranjeros en el museo comunitario, que resguarda los tesoros patrimoniales de la historia del pueblo, que cuenta con piezas como la tina de piedra, donde se bañaban los emperadores, el huehueteo, el cual es un Dios que es el más grande en Mesoamérica, así como la cabeza de jaguar.
Y aunque son pocos los estudios en La Pedrera, estos revelan que es uno de los más importantes en el panorama de la historia antigua mesoamericana, esto por los hallazgos de algunas piezas y monumentos líticos, que acusan rasgos tempranos de deidades y símbolos calendáricos agrícolas afines en las culturas mesoamericanas, fechadas por el arqueólogo García Cook hasta en 1100 AC, fecha que precede al periodo clásico en Teotihuacan.
LOS DESCUBRIMIENTOS
Entre los hallazgos se encuentra un tablero y el talud estucado (dañados por los saqueadores), pertenecientes a la “Pirámide de la Cruz”, antecede por siglos a los que se encuentran en Teotihuacan y lo hace aún más valioso por su excelente estado de conservación el de la policromía que presenta la antigua y preclásica ciudad que se encontraba en dicho sitio, y que tuvo su poblamiento de los años 1 100 AC hasta 800 de nuestra era, época en que, al parecer, fue abandonada por sus habitantes.
Las evidencias arqueológicas que ha aportado La Pedrera, revelan que diferentes culturas han transcurrido por este sitio: desde los antiguos olmecas de la “Fase Tlatempa” (1 200-800 AC), quienes construyeron terraplenes y las primeras habitaciones de material perecedero, hasta los pobladores de la “Fase Texcalac” (650 a 1 100 DC), de filiación étnica aún desconocida, quienes vivieron las migraciones de la cuenca de Cholula, la superpoblación y el abandono de La Pedrera.
Entre los hallazgos se encuentra un tablero y el talud estucado (dañados por los saqueadores), pertenecientes a la “Pirámide de la Cruz”, antecede por siglos a los que se encuentran en Teotihuacan y lo hace aún más valioso por su excelente estado de conservación el de la policromía que presenta la antigua y preclásica ciudad que se encontraba en dicho sitio, y que tuvo su poblamiento de los años 1 100 AC hasta 800 de nuestra era, época en que, al parecer, fue abandonada por sus habitantes.
Las evidencias arqueológicas que ha aportado La Pedrera, revelan que diferentes culturas han transcurrido por este sitio: desde los antiguos olmecas de la “Fase Tlatempa” (1 200-800 AC), quienes construyeron terraplenes y las primeras habitaciones de material perecedero, hasta los pobladores de la “Fase Texcalac” (650 a 1 100 DC), de filiación étnica aún desconocida, quienes vivieron las migraciones de la cuenca de Cholula, la superpoblación y el abandono de La Pedrera.
POBLACIÓN
El número de sus habitantes se calcula hasta en mil doscientos, en su época clásica (200 AC). Hacia la época que va de los 100 AC a los 100 DC., la población comienza a disminuir y la parte ceremonial se traslada al extremo oeste del sitio. Durante los 100 o 150 años siguientes, vivían aún escasos grupos aislados en el sitio, que posteriormente fue abandonado por completo. Hacia 1400 aparecen de nuevo pobladores en número reducido (de cinco a siete familias). Se cree que estas personas dieron al sitio el nombre de Tlalancaleca, “Lugar de casas bajo tierra”.
La ciudad de La Pedrera fue establecida sobre un extenso basamento de 5 kilómetros de piedra volcánica y delimitado por barrancas en donde se encontró una serie de esculturas líticas con las representaciones más tempranas de Tláloc, dios de la lluvia, las cuales aparecen cerca de manantiales; se piensa que aquí se realizaban ritos propiciatorios entre los habitantes de La Pedrera.
El número de sus habitantes se calcula hasta en mil doscientos, en su época clásica (200 AC). Hacia la época que va de los 100 AC a los 100 DC., la población comienza a disminuir y la parte ceremonial se traslada al extremo oeste del sitio. Durante los 100 o 150 años siguientes, vivían aún escasos grupos aislados en el sitio, que posteriormente fue abandonado por completo. Hacia 1400 aparecen de nuevo pobladores en número reducido (de cinco a siete familias). Se cree que estas personas dieron al sitio el nombre de Tlalancaleca, “Lugar de casas bajo tierra”.
La ciudad de La Pedrera fue establecida sobre un extenso basamento de 5 kilómetros de piedra volcánica y delimitado por barrancas en donde se encontró una serie de esculturas líticas con las representaciones más tempranas de Tláloc, dios de la lluvia, las cuales aparecen cerca de manantiales; se piensa que aquí se realizaban ritos propiciatorios entre los habitantes de La Pedrera.
Una mina de historia apenas está por descubrirse y expertos en investigación son los responsables de catapultar este sitio inexplorado y hasta abandonado. La Pedrera será algo más que un sitio turístico, una cumbre museográfica.
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